En la historia como en la sociedad argentina existen profundas cicatrices. De vez en cuando, el calendario marca una fecha especial, un nuevo aniversario, y la memoria se revuelve no sólo para recordar sino también para hacer nuevamente latente los dolores de esas heridas pasadas que aún reclaman ser atendidas. Este martes 18 de julio se cumplen 29 años, nada más ni nada menos que 29 años de pedido de Justicia por las víctimas del atentado más letal de la historia argentina.
Corría el año 1994 cuando la comunidad judía argentina sufrió el ataque terrorista más grande en la historia del país. Ese lunes, a las 9:53 a.m., un coche bomba explotó frente al edificio de la AMIA (Asociación Mutual Israelita Argentina) en Buenos Aires, causando la muerte de 85 personas y dejando heridas a más de 300. Hasta hoy, el atentado sigue sin resolverse y los responsables no fueron llevados ante la Justicia.
Este año, como otros, se realizará un acto conmemorativo con un renovado pedido de justicia en la ciudad de Buenos Aires. En esta ocasión, el evento fue convocado bajo el lema “Justicia ausente. Digamos presente” y como todos los años desde el ataque, a las 9.53, hora exacta en que se produjo la voladura del edificio, se iniciará con el sonar de una sirena.
“Cuando la justicia es lenta e ineficiente, la impunidad se acrecienta cada día que pasa y es inadmisible convivir con ella”, aseguró el titular de la AMIA, Amos Linetzky, en la convocatoria.
