Por un lado podemos tomar en cuenta cuánto aumentó la recaudación propia de cada jurisdicción. Según el informe Cadena 3, dividimos eso por la cantidad de vecinos, en el caso de la capital provincial, y por la cantidad de habitantes de la provincia. Así vemos los impuestos per cápita que cobraron efectivamente ambos gobiernos.
En ese sentido, los números muestran que la Provincia aumentó más la presión que la Municipalidad. Si tomamos 10 años, en 2017 los ciudadanos de la Provincia le pagamos a Rentas casi 1.640 % más.
Y los vecinos de la capital le pagamos al Palacio 6 de Julio un 1.500 % más, afirma la Radio local.
Desde que Mestre es intendente (fin de 2011), la presión de la Municipalidad también subió menos que la de la Provincia: 550% contra 640%.
Pero hay una segunda conclusión, tal como lo plantea el medio, que ni a Mestre ni a Schiaretti les va a gustar: tanto la Provincia como la Municipalidad han elevado la presión impositiva muy por encima de la inflación.
En los últimos 10 años, la inflación acumulada fue aproximadamente de 740%, mientras la Provincia nos cobró en distintos impuestos 1.640% más.
Y desde que Mestre es intendente la Municipalidad nos cobró 550% más, cuando la inflación fue de 360%.
Estas cifras no son definitorias, por supuesto. Es sólo un punto de vista. Hay muchas otras variables. De hecho, la discusión entre Schiaretti y Mestre tiene que ver también con las transferencias entre la Municipalidad y la Provincia, que es un mundo en sí mismo.
También habría que considerar qué nuevos servicios y obras nos han brindado en los últimos años la Provincia y la Municipalidad para justificar el hecho de que les pagamos cada vez más. O evaluar en qué medida una y otra desperdician fondos.
Otro punto clave es comparar cuántos impuestos cargan sobre sus habitantes las demás provincias y municipios. En la medida en que la brecha sea muy amplia, significa que vivir en Córdoba capital es mucho más caro que hacerlo en otras partes: un problema que las empresas llaman “costo Córdoba” pero que por supuesto nos afecta también como individuos y en nuestros hogares.
