Los resultados electorales de este año pusieron en jaque a Juntos por el Cambio. En Córdoba el partido perdió la gobernación por tres puntos contra el oficialista Martín Llaryora pero consiguió 33 legisladores y el control del Tribunal de Cuentas. Sin embargo el mandatario electo pretende restringir la actuación del organismo de control.
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A lo que pasa en la provincia, se le debe sumar el contexto nacional. Luego del acuerdo de Mauricio Macri con Javier Milei previo al balotaje, que hizo detonar a la coalición de JxC, Elisa Carrió fue la primera presidente de uno de los partidos que expresó públicamente que abandona el espacio. Todo esto despertó los rumores de que el espacio político local también se desmabraría.
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Al respecto el legislador Gregorio Hernández Maqueda manifestó: “Como no ganamos nos corresponde ejercer el rol de oposición fuerte, decidida y unida. Más allá de lo que pase en Nación, nosotros en Córdoba tenemos que redoblar los esfuerzos sobre todo frente a un gobernador electo que atenta contra la democracia. Está poniendo en marcha el Partido único Córdoba coaptando dirigentes opositores y mandó una ley inconstitucional para quitarle al tribual de cuenta sus facultades por que quedó en manos de la oposición”.
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