La recesión económica en Argentina ha alcanzado un punto crítico, reflejado en una demanda laboral prácticamente nula. Durante los últimos tres meses, la actividad económica ha mostrado una tendencia a la baja sin señales de una pronta recuperación, según datos de la Encuesta de Indicadores Laborales (EIL) elaborada por la Secretaría de Trabajo. Solo el 2,3% de las empresas encuestadas tienen intenciones de contratar nuevos trabajadores en los próximos meses, lo que representa una situación preocupante para el mercado laboral.
Este panorama se agrava al observar que la proporción de empresas considerando aumentar su personal es la más baja de la última década, en contraste con años anteriores donde ese porcentaje superaba el 10%. Además, la tasa de búsqueda de empleo varía según el nivel de calificación, siendo los trabajadores no calificados los que tienen mejores oportunidades, seguidos por los técnicos, operativos y profesionales, cuya tasa de búsqueda es mínima.
La situación se refleja también en el aumento de despidos sin causa, alcanzando niveles preocupantes, con el 12,6% de las personas despedidas en febrero siendo afectadas por esta situación. Esto representa un aumento significativo en comparación con años anteriores, lo que evidencia un escenario adverso para los trabajadores.
El análisis por sectores muestra un panorama mixto, con algunos sectores experimentando cierto crecimiento en el empleo mientras que otros, como la construcción, sufren pérdidas significativas. La industria automotriz, en particular, se ve afectada por la baja en las ventas y exportaciones, lo que ha llevado a empresas como General Motors a tomar medidas como la paralización de su planta y la implementación de programas de retiros voluntarios para ajustar sus plantillas.