Felicitas Alvite, la joven de 20 años más conocida como “La Toretto”, cruzó el semáforo en rojo a 85 kilómetros por hora cuando atropelló y mató al motociclista Rubén Armand, el hombre en La Plata.
El resultado de la pericia psiquiátrica determina que Alvite no presenta “signo o síntomas de algún trastorno psicótico o afectivo”. Los peritos sostuvieron que está “movilizada emocionalmente” por la situación derivada del proceso judicial. Los expertos concluyen que presenta síntomas de angustia y que desde que ocurrió este hecho trágico la chica intensificó los casos de ataques de pánico que registra desde hace cinco años.
Se incorporaron al expediente dos estudios, ambos aportan elementos para evaluar un pedido de excarcelación extraordinaria que solicitó la defensa, a cargo de Flavio Gliemmo. Uno de los reportes se hizo en una clínica privada. Es una prueba presentada por la defensa. Y el otro pertenece a la Asesoría Pericial de Tribunales.
El hecho tuvo lugar en la madrugada del 12 de abril, a pocos minutos del centro de La Plata. Una cámara de seguridad de la Municipalidad captó con claridad que la conductora del Gol Trend atravesó la avenida con el semáforo en rojo. La embestida contra el motociclista resultó impactante.
Armand, quedó tendido sobre el asfalto y aunque lo asistió una ambulancia del SAME y lo trasladó hasta el hospital de Gonnet, finalmente no resistió y declararon su muerte.
Revelaron a qué velocidad iba en el momento del impacto:
“Se estableció como velocidad promedio 85 km/h. Teniendo en cuenta todas las calles por las cuales transitó, en algunas iba a 40km/h y en una alcanzó los 90 km/h”, fue una de las conclusiones. Los técnicos pudieron revisar el trayecto desde plaza Moreno hasta el lugar del incidente.
Según el relato de Alvite, “No corríamos picadas”, le dijo al fiscal. También, mientras se quebraba en la indagatoria, le dijo que “no quiso” matar a nadie esa noche. Sí reconoció que tuvo una actitud imprudente al manejar.
Explicó que se puso a la par del otro auto en un momento para que le alcanzaran un encendedor. Y luego continuó el viaje detrás de ese coche. Para Padován, fue en ese momento en el que pactaron la carrera callejera.El fiscal analizó dos semanas el caso y después de evaluar pruebas decidió modificar el título del caso: descartó el homicidio culposo (sin intención) para acusarla de homicidio simple por dolo eventual. Es decir: Alvite podía representar la posibilidad de causar un daño por su accionar, pero no obstante eso, decidió hacerlo igual.
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