Este miércoles concluyó en condena el proceso judicial por la muerte de Lucas Rudzicz, de la que está acusado, custodio del padre Mariano Oberlin. El joven que falleció tenía 13 años.
El efectivo policial y custodio fue condenado a dos años de prisión en suspenso y a cinco años de inhabilitación en la portación de armas. El tribunal respondió el pedido del fiscal Fernando Amodeo, aunque el abogado defensor de la víctima había solicitado prisión perpetua por homicidio calificado.
El episodio ocurrió el 22 de diciembre 2016 en barrio Müller, cuando Murúa cumplía funciones como custodio del padre Mariano Oberlín. El uniformado está acusado de “homicidio cometido con exceso en la legítima defensa de un tercero”. Según determinó la instrucción, la bala que impactó en la nuca salió del arma de fuego de Murúa. El defensor del Sargento Murúa, el abogado Carlos Hairabedian, recalcó que su defendido “no es cualquier policía” sino que “trabajaba y colaboraba” con el sacerdote en los talleres de la parroquia, y que aquél día, al advertir del robo de una cortadora de césped “salió corriendo en un terreno irregular con muchos desniveles, en persecución” de los presuntos delincuentes.
