Scotland Yard anunció que evalúa investigar al Primer Ministro britanico Boris Johnson por una fiesta realizada el año pasado, en la sede del Gobierno (Downing Street).
A nivel interno, Sue Gray, una funcionaria política, se encuentra siguiendo de cerca el asunto y examinará pruebas sobre otra reunion social en el que asistieron cientos de empleados del Gobierno invitado por el propio Secretario de Johnson, Martin Reynolds.
El escándalo ha llevado a que el sector político exija una respuesta inmediata ante los hechos que se dieron a conocer. Angela Rayner, del Partido Laborista, pidió que el primer mandatario comparezca ante el Parlamento. El también diputado laborista Neil Coyle afirmó que Scotland Yard no puede ignorar las transgresiones por más tiempo ya que mientras el resto de la sociedad se adaptaba a las restricciones impuestas, desde el Gobierno se violaban estas reglas.
Por último, los medios de comunicación también revelaron que su esposa Carrie, también asistió a la fiesta.