La paridad de género no se hace presente en el Gabinete Municipal. De los 241 cargos en la administración del intendente de Córdoba, Martín Llaryora, el 67 % están ocupados por hombres y el 33 % por mujeres. Incluso, si se observan los 14 puestos jerárquicos sólo dos de ellos están encabezados por mujeres.
Si bien en el Departamento Ejecutivo Municipal (DEM) no existe una norma que obligue a cupos o a paridad de género en los puestos designados por el intendente, cada vez se agudiza más la diferencia.
Esto se traduce en que la presencia de mujeres disminuye de acuerdo la jerarquía de los cargos. El escalón más bajo del Municipio es la Subdirección. Allí, del 66 % que deben ocupar las mujeres según protocolo, sólo hay 32 subdirectoras, es decir un 48 %.
En las secretarías, la presencia de mujeres disminuye al 14 %. Sólo hay dos mujeres a cargo de secretarías: Verónica Bruera, en la Secretaría General, y Alejandra Torres, en Planificación y Modernización.
Al respecto, Gherardi, directora ejecutiva del Equipo Latinoamericano de Justicia y Género (ELA) explica: “En política, la evidencia empírica muestra que la sola posibilidad de competir por cargos electivos, no tener barreras para el acceso, no ha sido suficiente, porque hay otras barreras culturales o invisibles que siguen excluyendo a muchas personas, en particular a muchas mujeres, de la posibilidad de desarrollarse en la arena pública”.
También, expresó: “En los ejecutivos hay algunos proyectos, y no se aplicaron. Es interesante ver ese contraste, una clase política que llega a resignar parte del poder y a compartirlo con otros géneros en los legislativos, pero en el lugar duro del poder, que son los ejecutivos, siguen estando las mismas barreras”.
