La ciudad de Laboulaye continúa conmocionada por el crimen de Joaquín Sperani, el adolescente de 14 años que fue encontrado sin vida en una casa deshabitada el pasado domingo en la localidad del sudeste de Córdoba. Por este motivo, este lunes salieron a marchar para pedir justicia por el menor y reclamaron medidas de seguridad.
El joven había sido visto por última vez el pasado jueves. Las cámaras de seguridad habían detectado que se encontraba con su mejor amigo y compañero del colegio IPEM 278. Finalmente, el menor confesó haberlo matado y haberle dado contundentes golpes en su cabeza, provocándole un traumatismo de cráneo.
Leer: Joaquín Sperani recibió 18 golpes en la cabeza
La movilización se extendió por tres cuadras y participaron alrededor de 3.000 personas. La marcha comenzó en la escuela donde asistía Joaquín y finalizó en la sede de Tribunales de Laboulaye. En el medio, hubo momentos de máxima tensión cuando plantearon ir hacia la vivienda del intendente de la ciudad.
Al final de la jornada, se pegaron carteles, se encendieron velas, y continuaron el silencio, el dolor y las preguntas. “Nos sacaron la luz de nuestra vida. Era nuestro primer hijo varón. L. (se reserva la identidad) es el amigo de mi hijo que está detenido”, expresó Mariela Flores, mamá de Joaquín.
