La Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO) ha presentado un informe que advierte sobre el uso excesivo de celulares en estudiantes y las consecuencias negativas que esto conlleva en las escuelas de todo el mundo.
Con el aumento del acceso a la tecnología, es cada vez más común que los estudiantes asistan a clases con sus dispositivos móviles, lo que ha generado preocupación por el impacto negativo en su rendimiento académico y por el aumento de las desigualdades digitales.
Las investigaciones muestran que la presencia de teléfonos móviles en las aulas distrae a los estudiantes y disminuye su capacidad de concentración. Los profesores se ven obligados a esforzarse para mantener la atención de los alumnos, quienes tienen cada vez más acceso a tecnologías y aplicaciones como redes sociales y juegos.
Entre las consecuencias asociadas con el uso excesivo de celulares en estudiantes se encuentran el bajo rendimiento académico y la inestabilidad emocional. La sobreexposición a pantallas y redes sociales puede afectar negativamente el proceso de aprendizaje y el desarrollo emocional de los jóvenes.
La presencia de celulares en las aulas también contribuye a ampliar la brecha de desigualdad digital entre estudiantes. Se reveló que gran parte del material de aprendizaje en internet proviene de Europa y América del Norte, principalmente en inglés, lo que excluye a estudiantes hispanohablantes y agrava la desigualdad educativa. Además, la falta de acceso a dispositivos móviles o computadoras en hogares de bajos recursos también contribuye a la desigualdad en la educación.
La directora general de la UNESCO, Audrey Azoulay, enfatiza que la tecnología debe emplearse como una herramienta para mejorar la experiencia educativa y el bienestar de estudiantes y docentes, no como una distracción que obstaculice el proceso de enseñanza.
A raíz de la pandemia de COVID-19, se observó que los estudiantes mayores pudieron regular mejor el uso de celulares durante el aprendizaje en línea, en comparación con los más jóvenes.
La alerta sobre el uso excesivo de celulares en las escuelas no es nueva, y varios países han implementado regulaciones al respecto. Por ejemplo, Francia y Países Bajos han establecido políticas relacionadas con el uso de celulares en las aulas, y otros países como Bangladesh, Tayikistán y Uzbekistán también han adoptado medidas similares.
La advertencia de la UNESCO resalta la necesidad de abordar de manera cuidadosa el uso de la tecnología en el ámbito educativo, buscando un equilibrio para aprovechar sus ventajas sin comprometer el rendimiento académico y el bienestar de los estudiantes.
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