En los Tribunales de Cruz del Eje, se lleva a cabo el juicio por el homicidio de Joaquín Paredes, un joven asesinado en una balacera policial en Paso Viejo, al noroeste cordobés. A pesar del dolor y la angustia que enfrentan, los familiares y amigos de Joaquín continúan buscando justicia, afrontando hostigamiento y maltrato judicial que denuncian como una forma de violencia institucional ejercida por la Policía.
El proceso judicial ha reunido a los amigos de Joaquín, organizaciones sociales y familiares que buscan una condena ejemplar para los responsables de la muerte del joven. Sin embargo, enfrentan situaciones incómodas durante las declaraciones, con cierto hostigamiento por parte de los abogados defensores de los policías acusados.
Los amigos presentes en el juicio han expresado su deseo de que los policías involucrados sean condenados, pero al mismo tiempo, reconocen que ninguna sentencia podrá devolverles a su amigo. Sienten que solo Dios podrá hacer justicia de verdad en este caso.
Describen a Joaquín como una persona divertida, unido a su grupo de amigos, amante del campo y de los juegos como la Play y el fútbol. Tras su trágica muerte, el grupo ha cambiado, algunos se han mudado, y la tristeza ha atravesado a Paso Viejo. Ya no se sienten seguros al salir de sus casas, debido al temor y la falta de confianza hacia la Policía.
La ausencia de dispositivos para el acompañamiento y tratamiento psicológico adecuado para los jóvenes en estos casos ha sido remarcada por Natalia Fernández, psicóloga de la Secretaría de DD.HH de la Nación, quien interviene en el juicio como veedora.
El acoso policial no es un hecho aislado, según los testimonios de los amigos, quienes afirman que han sido hostigados y discriminados en diferentes ocasiones.
A pesar de la tristeza y la angustia, el grupo se apoya mutuamente y pide empatía a quienes no han pasado por esta situación. Quieren que se comprenda su dolor y su lucha por obtener justicia.
El juicio sigue su curso, con acusaciones contra los agentes de la Policía involucrados en el caso. La familia y los amigos esperan una condena que haga justicia por Joaquín, pero saben que la ausencia del joven nunca podrá ser reemplazada. Los alegatos tendrán lugar entre el 14 y el 15 de este mes, mientras la lucha por la verdad y la justicia continúa.
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