El mediocampista argentino Jonathan Fabbro fue extraditado ayer de México para ser juzgado en la Argentina por un delito de abuso sexual y corrupción de menores.
El jugador de 36 años, nacionalizado paraguayo, fue detenido el 20 de diciembre del año pasado en el estado de Puebla, tras una investigación que se realizó en su país natal respecto del probable abuso sexual de su ahijada de 11 años, cometido entre 2015 y 2017.
El abogado del futbolista minimizó los chats aportados como pruebas del abuso y aseguró que esos intercambios “son los que tiene cualquier sobrina con cualquier tío”.
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“No hay chats, hay capturas de pantalla; no está el chat completo, y los que hay son los que tiene cualquier sobrina con cualquier tío”, aseguró en la puerta de los tribunales Francisco Oneto.
Fabbro está imputado por “abuso sexual agravado por el vínculo” y según consta en el oficio girado a Interpol los hechos habrían ocurrido cuando la niña tenía entre 6 y 11 años.
El futbolista también está bajo la lupa de la Justicia paraguaya, donde una fiscal lo imputó por abuso sexual de una niña de cinco años y pidió su captura internacional.
El jugador declarará hoy ante el Juzgado Nacional de Primera Instancia en lo Criminal de Instrucción Nº 32, a cargo de Santiago Quian Zavalía, que tendrá 10 días para resolver su situación procesal.
