En un mundo cada vez más digital, es habitual encontrarnos con atractivos anuncios de nuevas aplicaciones o juegos mientras navegamos por internet o exploramos las redes sociales. Sin embargo, la facilidad con la que hacemos clic sin prestar atención puede abrir la puerta a amenazas cibernéticas. En este contexto, la proliferación de aplicaciones y sitios web maliciosos ha crecido de manera alarmante, exponiendo nuestros dispositivos a posibles ataques de ciberdelincuentes.
Estas aplicaciones maliciosas se dividen en dos categorías principales, según Martina López, investigadora de Seguridad Informática. Por un lado, están aquellas diseñadas para mostrar publicidad, a menudo disfrazadas como juegos o herramientas de personalización. Por otro lado, existen aplicaciones con características de espionaje, cuyo objetivo es robar credenciales y datos privados, especialmente contraseñas de acceso a servicios bancarios.
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La detección de estas amenazas se vuelve crucial. Algunas aplicaciones maliciosas del primer tipo se camuflan en tiendas oficiales con descripciones atractivas y buenas reseñas, mientras que otras se descargan desde enlaces en redes sociales. Las del segundo tipo suelen provenir de sitios de terceros o a través de mensajes falsos que instan al usuario a actualizar datos bancarios. Detectar estas aplicaciones antes de la descarga es esencial, prestando atención a los permisos que solicitan y a comportamientos inusuales.
Para protegerse, la especialista recomienda contar con soluciones de ciberseguridad para analizar y eliminar amenazas. Eliminar la aplicación puede no ser suficiente, ya que algunas pueden descargar programas ocultos. Además, se destaca la importancia de cambiar contraseñas, alertar al banco y monitorear cualquier cambio en perfiles o cuentas. Ante la incertidumbre sobre si se eliminó por completo la aplicación, reiniciar el dispositivo a modo de fábrica es una opción adicional.
