El Papa Francisco celebró esta mañana la denominada Misa de Pascua en el día de la Resurrección en la Plaza San Pedro, mientras atraviesa la recuperación de la bronquitis por la que estuvo internado la semana pasada. Allí, miles de fieles asistieron este domingo a la celebración en dónde el Papa pronunció su tradicional bendición “Urbi et Orbi” (“a la ciudad y el mundo”), en la que se refirió a los conflictos que afectan a diferentes partes del planeta.
En la misa, el Papa mostró su preocupación por la tensión que existe en el Medio Oriente y pidió a la comunidad internacional a que “se esfuerce” para terminar las guerras abiertas en el mundo y pidió por quienes sufren “nefastos efectos del narcotráfico, la trata de personas y toda forma de esclavitud”. “Expreso mi profunda preocupación por los ataques de estos últimos días, que amenazan el deseado clima de confianza y respeto recíproco, necesario para retomar el diálogo entre israelíes y palestinos, de modo que la paz reine en la Ciudad Santa y en toda la región”
Además, el papa pidió ayuda específicamente por el conflicto actual entre Ucrania y Rusia “el amado pueblo ucraniano en el camino hacia la paz” y “la luz pascual sobre el pueblo ruso”. “Conforta a los heridos y a cuantos han perdido a sus seres queridos a causa de la guerra, y haz que los prisioneros puedan volver sanos y salvos con sus familias”.
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