En un contexto inflacionario, y camino a las elecciones que, históricamente, han sido disparadores del dólar en Argentina, el investigador del Conicet (Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas) Damián Bil estuvo en el programa Posta, así son las cosas, para referirse al tema.
“Hay una depreciación del peso muy singular, en algunos momentos acelerada y en otros es más pausada”, indica Bil: “No hay un elemento coyuntural o específico que explique el incremento de los precios. La inflación es un problema estructural”, que se da mayoritariamente por períodos.
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Cuando Argentina se insertó en el mercado mundial con materia prima agropecuaria hubo una expansión muy fuerte de ingresos de divisas por la renta diferencial de la tierra, por el cual Argentina recibe riquezas y se impulsa la economía del país. “A partir de ahí se forma una estructura no agraria que va creciente “subsidiada” por ese crecimiento económico. Luego de las crisis del ’30 al ’50 ese mecanismo se empieza a agotar y el resto de la economía no tiene la capacidad de sostenerse por sí misma, depende de las transferencias”, explica el investigador.
“Ahí es cuando empiezan a aparecer otros mecanismos que compensan la ineficiencia del sector agrario, como el endeudamiento, la promesa de la plusvalía en el futuro, y el fenómeno de la devaluación y la inflación asociados de alguna manera a abaratar el trabajo nacional y empobrecer a la población local”, señala Bil.
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