Tras más de un año de pandemia, casi el 50% de los encuestados manifestó tener bajos niveles de felicidad y de satisfacción con su vida. El informe, llevado adelante por el Observatorio de Tendencias Sociales y Empresariales de la Universidad.de la Universidad Siglo XXI, arrojó que, por tercer año consecutivo, hubo aumentos en los niveles de estrés crónico y agotamiento emocional de los argentinos (burnout): más del 25% de la población siente la mayor parte del tiempo que no tiene casi nada de energía para ir a trabajar y que, tras el horario laboral, se sienten tan cansados que no pueden realizar otro tipo de actividades; esto no significa que los demás argentinos no estén cansados, sino que ese porcentaje está experimentando un cansancio extremo.
Sponton explicó que hay dos componentes que inciden directamente en la definición de bienestar. “Uno es el componente emocional, es el más transitorio; pero hay otro factor que se denomina satisfacción con la vida: es autodesarrollo, la sensación de que estoy progresando en mis metas y tengo el tipo de vida a la que aspiro”. Para el especialista, se debe comenzar a trabajar para mejorar estas tendencias. “Hay que empezar a desarrollar políticas para promover el bienestar y la felicidad de las personas”.
En cuanto a buenas noticias hay que señalar que respecto a las relaciones sociales, se detectaron los valores más altos ya que se observó que el 72,6% de los argentinos “se siente querido o amado”, y que el 66,6% manifestó que se siente “satisfecho con sus relaciones personales”. De manera similar, 6 de cada 10 encuestados señaló que su vida tiene una meta o propósito.
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