Bouwer se encuentra una vez más bajo la mira de la sociedad cordobesa. En las ultimas semanas comenzó a desencadenarse un hito sin precedente. Se trata de inicio de un desentramado lento pero constante de las redes de corrupción y delitos que se tejen en las inmediaciones de la propia cárcel.
El cimbronazo que experimenta el Servicio Penitenciario llegó a su punto culmine con la detención de quienes fueron jefes de la institución hasta diciembre. Entre los presos está Juan María Bouvier, el inspector general que durante 15 años permaneció al frente de la institución. Es así que el fiscal de Delitos Complejos, Enrique Gavier, advirtió el funcionamiento de “una mafia” en las cárceles de Córdoba.
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En este delicado contexto, el penal sigue acumulando noticias sobre hechos delictivos y presuntos descuidos que se acumulan a su alrededor. Este jueves se produjo un inesperado hallazgo en el ingreso de la prisión. Todo ocurrió cuando un camión Fiat Ducato que transportaba pallets con bebidas llegó al penal. Los uniformados ya estaban por permitirle el paso, cuando durante la requisa uno de los perros adiestrados de la División K 9 comenzó a ladrar.
De esta manera, el personal de la Fuerza Policial Antinarcotráfico (FPA) detectó una botella que contenía droga. Instantes después, debajo del asiento del acompañante detectaron varias dosis de marihuana que fueron secuestradas. Ante el hallazgo, fueron incautados el camión con toda su carga y los estupefacientes detectados.
Dos personas que circulaban en el utilitario quedaron detenidos en sede judicial, a disposición del fiscal de Lucha Contra el Narcotráfico de turno en la feria judicial, Carlos Cornejo, y la secretaria Eugenia Jauregui.
