Se trata de un gusto estético que para muchos podría resultar demasiado clásico. Dentro del lujo silencioso no hay lugar para la más mínima excentricidad y nada se sale del marco de lo establecido.
En medio de este la cantidad de propuestas estéticas, surge el elderlycore; una tendencia que combina clasicismo con básicos, siempre con una cierta ligereza. ¿Quién no quiere ir cómoda, con prendas fáciles de coordinar y sin renunciar a sentirse a la moda? Una de ellas es Lily James. Al menos, uno de los personajes que ahora interpreta. La actriz de Pam & Tommy fue vista con un estilismo que llamó la atención y que ha tenido lugar durante el rodaje de su próxima película Relay en las calles de Nueva York.
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Un look que, en un primer momento, podría parecer aburrido, pero que no lo es. James progresa adecuadamente en la tendencia combinando botas de trecking con elementos más propios de los adultos mayores: gabardinas de color beige oscuro; un suéter gris con cuello en pico, y unos pantalones de traje amplios pero bien sujetos con un cinturón masculino.
En cuanto al look beauty, el personaje que interpreta la actriz británica apuesta por un maquillaje de cara lavada y luce una coleta que podría llevar ya hecha unas cuentas horas. Esto se pudo ver en la colección de Miu Miu, durante su último desfile el pasado marzo. Las modelos iban despeluchadas y sorprendentemente, ese bad hair day provocado fue después deseado por el mundo entero.
No fue la actriz la primera que ha lucido esta nueva tendencia: las redes sociales siempre se adelantan a la hora de advertir que existe una manera distinta de entender y jugar con la moda. Ya no sorprende que haya mujeres y hombres que sobrepasen la barrera de los 50, 60 y los 70 años, y que protagonicen street styles o marquen tendencias.
Estamos ante una tendencia que materializa la tranquilidad que nos dan los años a la hora de vestirnos y de comportarnos ante el mundo, pero también ante nosotros mismos, sin olvidar los dictados de la moda y sin renunciar a la autenticidad, quizás el valor más codiciado en el mundo en este momento histórico. También para las marcas. Se trata de encontrar ese punto intermedio en donde la vestimenta está a medio camino entre la funcionalidad y la estética.
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