El Centro de Almaceneros publicó en un contundente informe que en los hogares más pobres, casi el 70% de los ingresos son destinados a la comida y solo el 14% cena todos los días. En este contexto, la gerente del organismo, Vanesa Ruiz, explicó en Córdoba al Mundo las consecuencias directas de la pobreza estructural que afecta a la provincia.
“Venimos con muchos cambios. La migración a segundas o terceras marcas está totalmente instalado, se produjo entre 2015 y 2016. Luego en el año 2017 al 2018 hubo una migración de productos con más proteína a los hidratos de carbono, pero que se sostenía. Había muchos recursos, pero hoy entramos al recorte de ingesta”, señala Ruiz en cuanto a la baja en la calidad nutricional.
Además, la especialista explicó que “lamentablemente, quienes tienen mayores recortes de ingesta son las familias que ganan entre 60 a 100 mil pesos, son los que sufren mayores restricciones en cuanto a alimentación. Los segmentos más altos, de 140 a 160 mil se acercan mucho a la teoría” planteada por el INDEC, que señala que estos grupos “necesitarían consumir 168,43 kg de alimentos para nutrir a esa familia con 53 productos variados nutricionalmente, a nivel mensual”.
“Hay familias donde la carne vacuna no ingresa, la fruta no está presente, los lácteos son cada vez menos… Nos estamos alejando de lo que significa calidad nutricional”.
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