Las elecciones PASO han sido un terreno fértil para analizar cómo los jóvenes argentinos están influyendo en la política nacional. La primera experiencia de voto para muchos ha llevado a opiniones encontradas sobre el apoyo al candidato liberal Javier Milei.
Lucia Gigena, de 17 años y votante primeriza, comparte: “Yo creo que los jóvenes en las PASO dieron un voto de esperanza, más que un voto de bronca. Los jóvenes no se sienten identificados con los bloques tradicionales y optaron por algo nuevo que les brindara esperanza, como Milei”. Sobre las críticas a la vida privada del candidato, añade que las ideas políticas deberían ser más relevantes que la vida personal.
Jhonatan Páez, quien trabaja en sectores populares de los barrios, explica la perspectiva de los jóvenes en esas áreas: “Los jóvenes de los barrios buscan un cambio debido a la dificultad para conseguir trabajo y enfrentar la subida de precios. Escuchan a Milei porque están cansados de depender de planes sociales y desean mejores condiciones económicas”.
Constanza Martínez, otra joven votante novata, cuestiona el discurso de Milei: “La juventud no se siente identificada con la política y eso se refleja en Milei, quien promueve el odio hacia la clase política. No veo propuestas constructivas, solo destrucción”. Martínez critica la falta de búsqueda de consenso en sus planteamientos.
Bochi Moratorio destaca el sentimiento de esperanza que el voto a Milei genera para algunos: “Es una reacción al modelo de los últimos cuatro años que fracasó. Tacharlo de voto bronca es subestimar al electorado”. Moratorio enfatiza que los jóvenes buscan un proyecto de país más allá de lo económico, que abarque aspectos culturales, sociales y educativos.
Las PASO han dejado claro que la juventud argentina está lejos de ser un bloque uniforme en términos políticos, y las razones detrás del apoyo a Milei varían según las circunstancias individuales y las perspectivas de cada joven votante.
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