Córdoba es una provincia rica en historia y belleza natural, y algunos de sus hoteles llevan consigo historias fascinantes que los convierten en destinos únicos. Aquí te presentamos tres lugares que no puedes dejar de visitar en tu paso por Córdoba.
Gran Hotel Nono: Patrimonio con encanto colonial
El Gran Hotel Nono, construido en 1905, es un ícono histórico que ha conservado la esencia de su estructura colonial. Adquirido por los Sres. Oubiña en 1948, el hotel ha pasado por diversas etapas, desde funcionar como un servicio de restaurante en los años 50 hasta una remodelación en los años 90 que mantuvo la esencia histórica del lugar.
Estratégicamente ubicado a una cuadra de la plaza central de Nono, el hotel ofrece una amplia variedad de habitaciones y diversas instalaciones, como una piscina con vista al río, quincho con asadores y canchas de varios deportes. Este establecimiento se ha convertido en un refugio encantador para aquellos que buscan explorar la región mientras disfrutan de la historia que emana de sus paredes.
Castillo Mandl: Una joya arquitectónica con un pasado intrigante
El imponente Castillo de Mandl se alza majestuosamente rodeado por un paisaje magnífico, pero su verdadera grandeza radica en su historia única. Inicialmente construido como una residencia de verano por el médico rosarino Bartolomé Vasallo, el castillo fue conocido como “el fuerte”. Sin embargo, su transformación llegó cuando el aristócrata austríaco Fritz Mandl lo adquirió para refugiarse de la Europa peligrosa en la década de 1940.
Mandl, con un espíritu vanguardista, llevó a cabo una remodelación de vanguardia bajo la influencia del diseñador francés Jean Michel Frank. El castillo se convirtió en un símbolo de modernismo, eliminando sus rasgos de fortaleza para adoptar un estilo más avanzado. Visitado por nobles, políticos y militares europeos, el castillo vivió su esplendor hasta la muerte de Mandl en 1977.
Tras períodos de cierre, el Castillo de Mandl fue restaurado con esmero, reabriendo sus puertas en diciembre de 2006 como una residencia que permite a sus huéspedes sumergirse en su encanto arquitectónico y disfrutar de la calidez de sus ambientes, rodeados de naturaleza.
Hotel Yacanto: Elegancia y deporte en la década del 20
En la década del 20, el Hotel Yacanto nació para recibir a los visitantes ingleses del Ferrocarril Buenos Aires al Pacífico en busca de un lugar atractivo para pasar sus vacaciones. Rápidamente se convirtió en un favorito de la comunidad inglesa, ofreciendo baños en la pileta de agua de vertiente, cancha de tenis y extensos jardines.
Destaca por la construcción de una cancha de golf en 1928, un desafío emprendido por el gerente del hotel y el médico local Elíseo Segura. Con un aire puro y un microclima reconocido, el Hotel Yacanto y su Club de Golf ofrecen a los visitantes una experiencia única, fusionando la elegancia de la época con la práctica del golf en un entorno impresionante.
