Conocido como el “Pueblo Escondido”, este asentamiento minero abandonado ha sido restaurado para convertirse en un destino imprescindible para los amantes del turismo aventura y el trekking. Ubicado en un entorno natural asombroso, el camino hacia este tesoro esconde paisajes espectaculares, arroyos cristalinos y una serenidad absoluta.
Una vez que llegues al lugar, podrás explorar las antiguas instalaciones mineras, refrescarte en el río y disfrutar de las comodidades del refugio. El lugar cuenta con comedor, habitaciones, zonas de acampada y servicios gastronómicos para los visitantes. Por la noche, podrás maravillarte con el espectáculo estelar que ofrece el cielo, iluminado por una infinidad de estrellas.
No solo tendrás la oportunidad de sumergirte en la naturaleza y la aventura, sino que también enriquecerán tu cultura al interactuar con los habitantes locales y descubrir cómo era la vida en el Pueblo Escondido en la década de 1930. Este destino te brinda la posibilidad de vivir las sierras a través de todos tus sentidos
¿Cómo llegar a este lugar?
Para llegar a Pueblo Escondido, tenes dos opciones: Desde Córdoba, deberás recorrer aproximadamente 90 km desde Villa General Belgrano hasta llegar al Puesto del Tono. La otra alternativa es partir desde Merlo, en San Luis, y tomar un camino de asfalto de 20 km hasta el Filo Serrano, en el límite provincial. A continuación, continuarás por un camino de ripio de 5 km hasta llegar al Puesto del Tono. En este punto, se requiere el pago de una tarifa para atravesar la propiedad y comenzar el trekking hacia el pueblo.
¿Qué podrás ver durante este recorrido?
Durante el recorrido, podrás maravillarte con impactantes paisajes y descubrir ruinas de construcciones históricas. Además, te recomendamos hacer una pequeña desviación para disfrutar de la impresionante cascada del Salto del Tigre, que podrás admirar desde lo alto o descender para refrescarte en sus aguas.
Aunque el camino más impresionante comienza en el puesto de Don Tono Albornoz, ofreciéndonos una entrada espectacular al antiguo pueblo minero abandonado. A medida que seguimos el sendero, seremos testigos del río que atraviesa el valle, creado por la unión de tres arroyos que forman cascadas y piscinas llenas de truchas.
Una vez que lleguemos al pueblo, nos sumergiremos en sus rincones misteriosos, descubriendo todos sus secretos ocultos. Luego, continuaremos nuestro camino para explorar la mina inferior y la capilla. Además, tendremos la oportunidad de visitar una galería de arte restaurada por los propietarios del lugar, donde podremos admirar pinturas muy interesantes.
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