María del Carmen Barros, gerenta general del Banco Nación, ha sido destituida de su cargo por orden del Ministro de Economía, Sergio Massa, luego de la reciente controversia que rodeó su gestión en la entidad bancaria estatal. La ejecutiva se vio envuelta en un escándalo mediático cuando se reveló públicamente que estaba recibiendo un salario mensual de $9.000.000, lo que generó indignación y críticas generalizadas. Además, surgieron preocupaciones sobre sus decisiones de contratación, incluida la contratación de un coach, Verónica Laura Asad, conocida como “Pitty”, por la suma de $1.800.000.
La situación se complicó aún más cuando se cuestionaron las designaciones de Héctor Javier Silva, exmarido de Silvina Batakis, presidenta del Banco Nación, como Gerente de Sistemas del BNA, y de Juan Pablo Pedemonte, hijo de María del Carmen Barros, como gerente en la casa matriz del banco. Según informes, Massa habría instado a Batakis a tomar medidas inmediatas para abordar esta cuestión y evitar cualquier percepción de corrupción en el Banco Nación. El ministro habría enfatizado la necesidad de no agregar otro caso de corrupción a la ya agitada situación política.
El fin de semana, se conoció que el Banco Nación inició un sumario interno contra Barros en relación con el caso de “Pitty, la numeróloga” y otras contrataciones cuestionables. El banco argumentó que detrás de la denuncia pública hay intereses relacionados con la empresa cerealera Vicentin.
En respuesta a las acusaciones, el entorno de Batakis señaló que el directorio del Banco no estaba al tanto de la contratación de Asad, ya que se consideraba un asunto de competencia de la gerencia. Sin embargo, se ordenó un sumario interno para investigar a fondo las acciones de la gerenta general. La contratación de Héctor Javier Silva también fue defendida por el banco, argumentando que tenía la experiencia y habilidades necesarias para el puesto. Se aclaró que no ocupaba un cargo jerárquico y que no cobraba como gerente.
