El fiscal José Mana lleva adelante la investigación por el caso de la muerte del joven Valentino Blas Correas, y anunció nuevos avances en el procedimiento judicial. Según informó a Cadena 3, hasta este jueves se buscaría resolver las imputaciones de dos trabajadores de la Clínica Aconcagua, a donde llegó el menor baleado, llevado por sus amigos, y donde no fue atendido. Ambos empleados del sanatorio fueron imputados por “omisión de auxilio”.
Blas Correas murió el pasado 6 de agosto como consecuencia, en medio de un confuso episodio, de un disparo de un grupo de agentes de la Policía de Córdoba, mientras viajaba con 4 amigos en un auto. Al notar que Blas estaba herido, los amigos se dirigieron hacia este centro de salud y solicitaron que el menor sea atendido pero recibieron una negativa por parte de los ahora imputados, quienes les dijeron que por ser una herida de bala debían dirigirse al Hospital de Urgencias o llamar al 107.
Días atrás, el abogado de la familia Blas Correas, Alejandro Pérez Moreno, argumentó: “Lo llevaron para salvarle la vida, incluso el propio director del Hospital de Urgencias manifestó que, en caso de heridos de bala, son porcentajes altos que se pueda salvar. No es lo mismo encontrar una persona que fue víctima de un accidente en la calle y no frenar. Estaban cumpliendo una función de salvar vidas y curar, con médicos y no se lo asistió”.
