A casi una semana del crimen de Jesús Buffarini, un futbolista de 23 años que vivía con su familia en la localidad cordobesa de General Cabrera, sus familiares sólo buscan respuestas y justicia. Al joven deportista lo mataron a golpes y patadas a la salida de un boliche, y por el momento hay dos detenidos.
Se trata de Federico Mellano y Alejo Arias, quienes se encuentran imputados y detenidos por “homicidio simple“. Mientras tanto, las autoridades buscan dar con el paradero de Federico Cabrillana, el tercer supuesto implicado en el asesinato.
En diálogo con Córdoba Noticias, el papá de Jesús, Mario Buffarini, anticipó una reunión por primera vez este viernes al mediodía con el fiscal Javier Di Santo, a cargo de la investigación. Ayer, el papá se reunió con el ministro de Seguridad, Juan Pablo Quinteros, y con el fiscal General de la Provincia, Juan Manuel Delgado.
“Estuvimos unas dos horas. Son muy humanos. Tengo que agradecerles infinitamente porque fui muy bien recibido”, dijo, y le pidió a “quienes estén pasando por algo similar que no tengan miedo de pedir justicia”.
Cabe recordar que la familia, amigos y allegados de Jesús harán una marcha este viernes desde las 19 horas en el centro de la localidad de General Cabrera para exigir justicia por el joven asesinado a patadas.
El crimen de Jesús Buffarini: 2 sospechosos detenidos, cambio de carátula y nuevo fiscal
En el transcurso de la semana, el caso tuvo varias novedades. En un principio la causa había recaído en manos del fiscal Daniel Miralles, pero luego se pasó a Javier Di Santo, de Río Cuarto. La noticia fue bien recibida por los familiares del joven deportista, ya que consideraron que el primer letrado es “corrupto“. “Lo bajaron, es un delincuente y no puede estar en la Justicia”, sostuvo Mario Buffarini.
“Miralles se anticipó a decir cosas que no tendría que haber dicho y ha llegado a entorpecer las averiguaciones con lo que dijo”, dijo el doliente padre sobre el anterior fiscal a cargo. Se lo acusó de considerar que Jesús había estado implicado en una especia de riña, mientras que la familia sostiene que los acusados le pegaron hasta matarlo con intencionalidad.
