Diecisiete personas murieron este martes, cuando un autobús se salió de la carretera y se precipitó por una montaña en el centro de Filipinas, informaron las autoridades. El vehículo se accidentó por la tarde cuando recorría la provincia de Antique, según indicó Roderick Train, jefe del organismo provincial de desastres. Además de los fallecidos, siete personas se encontraban en condición crítica en el hospital y cuatro estaban estables.
El lugar del accidente, una ruta montañosa, añadió complejidad al rescate y aumentó el impacto de la tragedia. Según Train, la altura desde la cual se precipitó el colectivo contribuyó significativamente a las consecuencias mortales del incidente.
Testigos en la escena sugieren la posibilidad de un fallo mecánico, señalando que el conductor pudo haber perdido el control del vehículo, posiblemente debido a problemas en el sistema de frenos.
Las operaciones de búsqueda y rescate concluyeron, marcando el cierre de una jornada llena de dolor y pérdida para la comunidad filipina. La gobernadora provincial Rhodora Cadiao visitó el hospital donde estaban siendo atendidos los sobrevivientes y compartió su pesar en un video, describiendo la situación como “muy, muy triste”. Las autoridades locales ya iniciaron investigaciones para determinar las causas exactas del accidente.