Vecinos y turistas podrán ingresar y conocer de cerca este ícono, todos los sábados de 16 a 20 horas en la calle San Jerónimo 3346.
Para cada fin de semana se han previsto tres visitas especiales, las que se realizarán a las 17, 18 y 19, con un guía profesional quien dará a conocer entre otras curiosidades su historia, la de su constructor, mitos, y sobre el por qué la casa se encuentra ubicada en San Vicente. En los horarios restantes, cada visitante podrá recorrer la vivienda de manera particular y conversar con los Amigos de la Casa Eiffel.
🏛️ Este sábado 24 de septiembre reabre la emblemática Casa Eiffel ubicada en barrio San Vicente.
— Municipalidad de Córdoba (@MuniCba) September 24, 2022
🙌 Vecinos y turistas podrán ingresar y conocer de cerca este ícono, todos los sábados de 16 a 20 horas en la calle San Jerónimo 3346 (📍 https://t.co/QoGhKhOeeq).#CórdobaCapital pic.twitter.com/uEOItLAzSv
La Casa Eiffel fue construida en 1917 por Gustave Eiffel, el creador de la Torre de París, y se encuentra en San Vicente. Antes, la casa era defendida del deterioro por vecinos y la “Asociación Amigos de la Casa Eiffel”, quienes ahora trabaja con el municipio para cuidarla.
Las visitas y recorridos con o sin guías son con entrada libre y gratuita, por orden de llegada de acuerdo a la capacidad del lugar. En cada visita guiada se podrá apreciar el valor arquitectónico y su interior donde se encuentran objetos de alto contenido histórico como máquinas de coser, tocadiscos, vajilla e indumentaria que pertenecieron a su última ocupante, Emma Pérez.
Historia de la Casa Eiffel
En el año 1917 ingresaron a la Argentina tres casas prefabricadas, enviadas por la compañía del ingeniero Eiffel. Dos de estos chalets construidos con chapas de acero y vigas de hierro tuvieron como destino nuestra provincia, una en la ciudad de Villa María y la otra en el barrio San Vicente. La tercera vivienda fue enviada a la provincia de Mendoza, luego se vendió y fue trasladada a Chile.
La “Casa Eiffel” de San Vicente, al igual que las otras viviendas que llegaron, se diseñó con la posibilidad de ser desarmada y volver a armar en otro lugar. Todos los chalés se construyeron sobre pilotes de hierro, con paredes de doble chapa de acero, unidos por 10 mil bulones, lo que forman dos plantas y una galería. Además, disponen de un particular sistema de aireación y ventilación natural mediante ranuras en los techos.