Hay muchas ‘gastro-preguntas’ sin respuesta: tortilla con o sin cebolla, pizza con o sin ananá, carne poco hecha o bien seca… Ya tenemos demasiadas dudas y decisiones que tomar respecto a lo que comemos y bebemos. Decidir por el té o el café no tiene por qué ser una de ellas. Si no eres capaz de tomar partido, simplemente mézclalos.
La mezcla de té y café es una bebida bastante popular en Asia y que poco a poco, se va haciendo hueco también en el resto del mundo. No te extrañes si la ves ya en los locales que visitas o por la calle. Aquí tienes algunas de las combinaciones más populares:
YUANYANG
Un auténtico referente cuando se habla de mezclar té y café, ya que además de ser hoy muy popular en Hong Kong, contaría con una larga tradición; y es que si hacemos caso a Lan Fong Yuen, un empresario del mundo del té, este habría inventado el ‘yuanyang’, nada más y nada menos que en 1952. Su nombre hace referencia al dicho de que los opuestos se atraen: ‘yuanyang’ es la forma en la que los chinos llaman al pato mandarín, una especie en la que el macho y la hembra tienen un aspecto muy diferente, pero que se caracteriza porque ambos viven en pareja durante toda su vida.
La bebida suele estar hecha a base de un té con leche al estilo de Hong Kong (té negro con leche condensada) y café. Originalmente lo vendían los vendedores ambulantes a los obreros y transportistas que necesitaban una dosis extra de cafeína para mantenerse despiertos durante los largos turnos o cuando tenían que conducir por la noche.
SPREEZE Y KOPI CHAM
El ‘spreeze’ es originario de Etiopía y combina el sabor fuerte e intenso de un té negro como el de Ceilán (endulzado normalmente con azúcar) con las notas más suaves del café filtrado.
Muy similar es el “kopi cham” que se vende en los puestos callejeros y cafeterías de Malasia y Singapur. Se trata de una bebida en la que se mezcla té negro con leche evaporada o condensada y café muy concentrado. Puede beberse caliente o fría con hielo.
DIRTY CHAI
Mientras que las bebidas anteriores son propias, principalmente, de países asiáticos, el ‘dirty chai’ es la combinación de té y café que más presencia tiene en occidente. La receta es bien sencilla; se trata de un chai latte al que se le añade un ‘shot’ de espresso (o dos) y que puede servirse caliente o frío.
Según cuenta la “leyenda”, esta bebida fue inventada de forma accidental en los años 90 en Inglaterra cuando un barista mientras estaba probando un chai latte para un cliente americano, le añadió una carga de espresso por error; al americano le gustó tanto la mezcla que siguió pidiéndolo allá por donde viajaba lo que hizo que poco a poco fuera popularizándose.
MATCHA LATTE CON ESPRESSO
Esta potente mezcla se le conoce también como “dirty matcha”, “military latte” (ya que su aspecto recuerda a los tejidos de camuflaje de los soldados) o “matcha espresso fusion latte”.
Para prepararlo se mezcla el café con té matcha en polvo y si se quiere dulce, también con azúcar o con sirope de vainilla. A continuación, se le añade leche caliente con espuma y se espolvorea con un poco de matcha y de cacao en polvo.
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