Una de las partes más expectantes del discurso del presidente Javier Milei durante la apertura de las sesiones ordinarias del Congreso giró en torno a la realidad económica del país. El mandatario libertario apuntó que “aún quedan algunos meses de alta inflación”, pero fue positivo en torno al camino recorrido durante sus primeros 80 días de mandato.
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“En este contexto, pese a que aún quedan algunos meses de alta inflación, la misma seguirá cayendo fuertemente y la salida del cepo estará cada vez más cerca”, dijo como corolario al recuento del trabajo que se viene haciendo en la economía, la recomposición de las reservas y la esterilización de la base monetaria.
Cabe recordar que para febrero se espera un índice de inflación en torno al 16%, para marzo en la misma línea y abril unos puntos por debajo. Según las consultoras privadas recién en mayo o junio podría llegar a verse un índice por debajo del 10%. El INDEC publicará los datos del segundo mes del año el día 12 de marzo.
“Cortamos con la emisión monetaria y a través de un ambiciosos programa financiero avanzamos con el saneamiento del BCRA y mantuvimos la base monetaria constante. Para la misma base monetaria, ahora tenemos 9.000 millones de dólares más de reserva”, detalló Milei.
Luego detalló las consecuencias positivas del trabajo realizado y justificó en él la caída de las cotizaciones del dólar: “En el último mes se ha desplomado el precio del dólar paralelo, la brecha con el de importación ajustado por Imp País ha desaparecido y los futuros del dólar se alinearon con la pauta del BCRA. En un contexto en que los bonos suben, el riesgo país baja y las acciones vuelan, pese a los intentos de algunos degenerados fiscales por sabotear el intento de los argentinos de bien”, disparó.
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Continuando con su discurso, ponderó que “se pudo resolver el problema de la deuda de los importadores, una espada de Damocles de 42.000 millones de dólares que colgaba sobre la cabeza de los argentinos”. Además, definió el alcance del superávit financiero en el primer mes de gobierno como un “récord global en la historia del capitalismo moderno” y se jactó de haberlo logrado “únicamente con los resortes del poder ejecutivo sin apoyo del arco político salvo honrosas excepciones”, una frase dedicada a los diputados que no acompañaron el proyecto.