Tras la denuncia de una periodista tucumana a cuatro jugadores de Vélez Sarsfield por abuso sexual, se asoma a la luz otro escándalo en el fútbol argentino. Una joven de 21 años denunció a Julián Encina y Enzo Tejada, ambos jugadores de Godoy Cruz, quienes habrían abusado de ella a la salida de un boliche.
La denuncia fue realizada a mediados de octubre y los futbolistas fueron imputados en noviembre por abuso sexual agravado, por acceso carnal y por ser cometido por dos personas, aunque permanecían en libertad, sujetos a algunas medidas establecidas por la fiscalía.
Lo que actualmente trasciende es que los involucrados incumplieron la fijación del domicilio, lo que podría agravar la pena. A su vez, se incorporó una nueva prenda genética, donde se hallaron restos de semen de los jóvenes en las prendas de vestir de la denunciante.
Por este motivo, el fiscal Darío Nora revocó el beneficio de la libertad para ambos y dispuso su detención. Cabe aclarar que tanto Encima como Tejada continuaban siendo parte del plantel de Godoy Cruz, a pesar de su imputación. Incluso habían sido convocados al primer partido del torneo ante Lanús.
El caso
De acuerdo a la denuncia de la presunta víctima, el hecho ocurrió el 20 de octubre a la salida del boliche Wish, sobre la calle San Martín en la ciudad de Mendoza. La joven caminaba con una amiga y se cruzaron con los futbolistas, con quienes intercambiaron algunas palabras.
Ella comentó que estaba apurada por cambiarse de ropa e irse a trabajar. Ante este escenario, los deportistas le manifestaron que estaban frente al departamento de uno de ellos, por lo que le ofrecieron que podía cambiarse allí.
Una vez en el interior, uno de ellos comenzó a besarla y a tocarla en varias partes, a lo que la joven exclamó: “No chicos, no estoy para esto”. Luego, cerraron las cortinas del lugar, le quitaron la ropa y le desabrocharon el pantalón “a la fuerza”.
Según su relato, la chica fue víctima de acceso carnal y en todo momento dejó en claro que no quería tener relaciones con ellos. Tras analizar las pruebas iniciales, el fiscal Nora calificó el hecho como abuso sexual agravado debido a la participación de dos personas.
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