Después de casi seis años de construcción, este viernes entró en funcionamiento la nueva planta de tratamiento de líquidos cloacales de Bajo Grande. La puesta en marcha estuvo supervisada por el gobernador Juan Schiaretti, junto al intendente de la ciudad de Córdoba, Martín Llaryora y la senadora nacional, Alejandra Vigo.
Iniciada en 2016, la obra forma parte de los trabajos de “Ampliación de la capacidad de tratamiento de líquidos cloacales y construcción de colectores principales de la Ciudad de Córdoba”. Al respecto, Schiaretti afirmó: “Esto es el cimiento para que nuestra querida ciudad de Córdoba pueda tener saneamiento, pueda cuidar la ecología y tener más salud para los cordobeses».
La ejecución del proyecto forma parte del plan de saneamiento impulsado conjuntamente por la Provincia y el Municipio. Demandó una inversión de 24.431 millones de pesos, financiados con fondos nacionales en un 70% y provinciales en un 30%.
Al respecto, el mandatario provincial destacó el cumplimiento del compromiso asumido por parte del estado nacional en 2016: “Con la misma convicción que digo que no se está trabajando en la Autopista de la Ruta 19, debo decir que el Estado Nacional, en la obra de las colectoras troncales de la ciudad de Córdoba y la ampliación de la planta de Bajo Grande, cumplió. Cumplió el anterior Gobierno Nacional y el actual Gobierno Nacional. Cumplieron con sus obligaciones y hoy podemos llegar a buen puerto y comenzar a tratar de manera diferente los líquidos cloacales en Córdoba”, dijo Schiaretti.
“Gracias a estas colectoras troncales y a la decisión del intendente Llaryora, se pudo también avanzar en las redes de cloacas en Villa El Libertador, que era uno de los problemas más serios de la zona”, resaltó el Gobernador.
De esta manera, la planta de Bajo Grande en su totalidad beneficiará a 1,9 millones de ciudadanos, aproximadamente y está proyectada para los próximos 20 años.
El ministro de Servicios Públicos, Fabián López, explicó que la nueva planta tendrá una capacidad de tratamiento de 10.000 m3/hora, lo que sería equivalente a medio Dique San Roque depurado por año. Además, posee una superficie de 27 hectáreas, equivalente a 40 canchas de futbol como la del estadio Kempes.
En la ejecución estuvieron afectados 220 obreros en promedio mensual, mientras que 65 ingenieros trabajaron en distintas ramas y durante el transcurso de la misma.
Por su parte, Llaryora sostuvo que “es una obra civil única en Argentina» que posibilita el crecimiento y desarrollo de la capital cordobesa: “Córdoba tenía demorada la posibilidad de elevar la construcción (de inmuebles), porque no había posibilidad de dar habilitaciones. Esto mejora toda la potencialidad de nuestra ciudad y nos da previsibilidad en el tiempo. Obras como estas nos permiten que Córdoba cada día esté mejor”.
“Hoy es un día histórico porque después de 30 años y con la habilitación de esta nueva planta, todos los líquidos cloacales de Córdoba estarán tratados correctamente. De esta manera cuidamos nuestro querido río y ampliamos la capacidad en materia de obras”, enfatizó el intendente, destacando además el potencial de la obra para desarrollar más barrios que cuenten con servicio cloacal.
Fuente: Gobierno de Córdoba