El Gobierno respondió a las críticas de la Unión Industrial Argentina (UIA) con respecto a la apertura de importaciones de alimentos esenciales, afirmando que “cerrar la economía fue un fracaso”. Según el vocero presidencial, Manuel Adorni, la decisión de abrir gradualmente la economía fue tomada en respuesta a los excesivos aumentos de precios: “Respetamos la opinión de la UIA. Los propios supermercadistas nos hablaron sobre cómo se habían excedido en la remarcación de precios…”.
Cabe mencionar que la UIA expresó su preocupación por lo que consideran un trato desigual para la industria nacional, especialmente en términos de pagos e impuestos. En esa misma línea, señalaron que esta medida afectaría seriamente la competitividad de las empresas locales: “Mientras los productores nacionales deben pagar en 4 cuotas mensuales y con impuesto PAIS los insumos necesarios para la fabricación, los importadores de bienes terminados estarán exentos de impuestos y tendrán acceso total a las divisas necesarias en un solo pago a 30 días”.
Sin embargo, el gobierno respondió con firmeza, argumentando que el cierre de la economía no ha beneficiado al país en los últimos años. Según el portavoz presidencial, a pesar de las restricciones a las importaciones, Argentina no ha generado empleo ni crecimiento económico, y los salarios reales se han visto afectados negativamente.
Adorni también abordó la cuestión de los precios, señalando que la apertura de importaciones ayudaría a combatir los altos márgenes de precios existentes, que se basaban en la expectativa de un dólar muy devaluado. Además, reafirmó el compromiso del gobierno de reducir impuestos y mejorar las condiciones para los emprendedores, aunque advirtió que estas decisiones se tomarán gradualmente.