Mientras el mal clima sigue afectando a todo tipo de producción agropecuaria, los problemas económicos crecen en la Argentina. Así lo manifestó el economista Andrés Borenstein en diálogo con el equipo de Posta, así son las cosas: “El problema (de la sequía que afecta la producción del trigo) excede a los productores y se convierte en macro”.
En esta línea, Borenstein recordó que durante el 2021 “Argentina produjo 22,1 millones de toneladas de trigo, la estimación de este año es de 14 toneladas. Hasta hace diez días era de 15,2, que ya era un muy mal número. Pero cayeron heladas en el sur de Buenos Aires y eso sacó de circulación un millón de toneladas más. Para el Banco Central son pérdidas de 2.500 millones de dólares”.
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El economista también aclaró que, lejos de como piensan muchas personas, esta situación sí afecta al bolsillo del vecino común que no vive del campo. “Cualquier merma de las exportaciones argentinas” van a afectar. “Consumimos 10 millones de toneladas y el resto lo exportamos. Si sólo exportamos 4, van a faltar dólares, y eso el gobierno lo puede resolver de dos maneras. Uno, devaluando, algo que Massa quiere evitar a toda costa porque genera inflación. La segunda alternativa es frenar más las importaciones, que atraen otros problemas”.
Esto último se traduciría en que “falten productos en los negocios, en las góndolas”. “Parar las importaciones significa menor nivel de actividad y alguna subida de inflación. Porque ante la escasez, empiezan a subir los precios de los productos”, completó.
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