Soler relató que su hijo se hizo presente en la vivienda de Lautaro Insúa, en el country cordobés Lomas de La Carolina, para buscar a dos de sus amigos que se encontraban en la fiesta de egresados del colegio Mark Twain y que fue agredido por el joven, dueño de casa.
“Lautaro estaba bajo los efectos del alcohol y empezó a empujar a mi hijo. Este chico Insúa le pegó una trompada y lo tackleó contra un alambrado. Mi hijo se levantó, le pegó tres trompadas y ahí se acabó todo” dijo Facundo, quien es integrante de la comisión directiva del Tala Rugby Club.
Además aclaró que no fue un ataque en patota como se mencionó en un principio, sino una pelea “mano a mano” entre su hijo y Lautaro Insúa; negando de este modo la participación de los otros rugbiers señalados. Sin embargo, admitió que ninguno de los cuatro estaba invitado a la fiesta.
Tanto los cuatro acusados como el denunciante son jugadores de rugby en distintos clubes de Córdoba Capital.
“Fue solamente mi hijo, que se defendió ante la agresión de este chico (Lautaro Insúa). Mi hijo pesa 80 kg. y Lautaro 110 kg.”, describió además, negando la supuesta superioridad física que denunció el abogado Carlos Nayi cuando realizó la acusación contra los presuntos agresores.
La denuncia la hizo Lautaro a través de sus redes sociales asesorado por su abogado Nayi.
La causa fue caratulada como violación de domicilio y lesiones graves. Por el momento, no hay detenidos
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