Lo que debía ser una fiesta del fútbol se transformó en una violenta contienda. A dos días de la final de la Copa Libertadores 2023 que se llevará a cabo este sábado a las 17 en el estadio Maracaná, la barra de Fluminense bajó a la playa de Copacabana, en Río de Janeiro, a atacar a los hinchas de Boca presentes y los incidentes terminaron con una represión policial que detuvo a cinco argentinos y dos brasileros.
Tras la feroz emboscada en una zona liberada, los simpatizantes del xeneize se defendieron de las agresiones y robos cometidos por los barras del Flu. La policía llegó diez minutos más tarde de lo ocurrido para reprimir con balas de goma a pocos metros de la gente y gases lacrimógenos. Todo sucedió en el lapso de cinco minutos y la gran mayoría escapó rápidamente.
Corridas, emboscadas, la policía tirando gases lacrimógenos y balas de goma. ¿Es pasión esto?, ¿Puede ocurrir todo esto que vemos en nombre de la pasión?, ¿Pasa solamente en el fútbol esta violencia que habitualmente vemos o también pasa en otros deportes? y ¿Por qué se la ve tanto en el fútbol y no en el vóley, en el básquet o en el rugby?, son algunos de los cuestionamientos que plantea Turco Genesir.
Te puede interesar: Llega el Campeonato Argentino de Paracaidismo Militar