Todos los integrantes de una familia, que viven juntos en un domicilio de barrio Almirante Brown, se salvaron de morir intoxicados por inhalación de monóxido de carbono en la madrugada del jueves. La abuela, llamada Liliana, fue quien se percató de la situación y despertó a sus hijas y nieto para que salieran de la casa lo antes posible.
En diálogo con Canal C, la mujer relató que habían encendido un brasero para calefaccionar la casa, lo que generó que, al carecer de ventilación, comenzara a consumir el oxígeno de la vivienda y generar el peligroso monóxido de carbono. Aunque mareada y con dolor de cabeza, al estar despierta, pudo dar aviso. “Ahora me duele la cabeza y en la casa todavía hay olor”, manifestó más de 24 horas después del incidente.
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Rápidamente abrieron las ventanas y llamaron a la Policía, porque estaban casi todos desvanecidos. “Cuando me desperté me sentía mareada y con dolor de cabeza apoyé la cabeza en su hombro (el de su pequeño hijo de 8 años) y no me acuerdo más nada, me desmayé”, contó Cintia, de 31 años. Al llegar las autoridades, todos fueron trasladados al Hospital Florencio Díaz, donde quedaron internados por algunas horas hasta estabilizarse con la aplicación de suero y oxígeno.
