Este miércoles se determinó que los policías identificados como los principales responsables del asesinato del adolescente Blas Correas, quedaran bajo prisión preventiva. La decisión fue tomada por el fiscal a cargo, José Mana, frente al riesgo que significaba un posible entorpecimiento de la causa.
Se trata de las dos parejas de oficiales y su jefe, el subcomisario Sergio González. Los cabos Javier Alarcón y Lucas Gómez están acusados de homicidio calificado agravado y tentativa de homicidio agravado, debido a que fueron quienes disparado contra el Fiat Argo en el que viajaban Blas y sus cuatro amigos.
Por su parte, Wanda Esquivel y Yamila Martínez accedieron a una prisión preventiva bajo modalidad domiciliaria por tener hijos a cargo. La primera está acusada de encubrimiento agravado; mientras que a la segunda se le agregó la imputación de omisión de los deberes de funcionario público debido a que habría “plantado” un arma para formar un escenario de tiroteo.
Por último, el subcomisario Sergio González se encontraba oficiando como jefe de los cuatro agentes, quien enfrenta la acusación de encubrimiento agravado y omisión de los deberes de funcionario público.
Además, aún falta esperar la próxima decisión del fiscal sobre los otros cuatro policías detenidos. Tres de ellos están acusados de omisión de los deberes de funcionario público y uno por lesiones leves contra el conductor del Fiat Argo. Otros cuatro agentes fueron imputados por falso testimonio y encubrimiento agravado a principios de octubre.
