Desde hace varios días, un creciente número de habitantes de Cuba han salido a las calles para expresar su descontento hacia el Gobierno, señalando la prolongada crisis económica que enfrentan, la cual se ha exacerbado en los últimos años. Los cubanos denuncian la escasez de alimentos, la falta de artículos de higiene básica y los persistentes cortes de energía eléctrica que a veces superan las 10 horas diarias.
En medio de las protestas callejeras, los ciudadanos claman por “¡Comida y electricidad!”, pero también exigen “¡Libertad!” y entonan el lema “¡Patria y vida!”. No obstante, en lugar de mostrar empatía hacia la difícil situación que enfrentan los manifestantes, el Gobierno encabezado por Miguel Díaz-Canel ha respondido con represión, resultando en la detención de numerosos participantes.
Los testimonios de los cubanos pintan un panorama desolador. “No hay pan, no hay leche. No tenemos electricidad. Los niños no pueden ir a la escuela porque no tienen desayuno, y cuando lo hacen, deben caminar hasta tres kilómetros debido a la falta de transporte…”, relata un residente de la isla a la agencia EFE. Además, subraya que la vida se ha vuelto cada vez más difícil en los últimos tres años debido a una combinación de factores, incluyendo la pandemia, las sanciones internacionales y los errores en las políticas económicas y monetarias nacionales. Esta situación ha generado escasez de productos básicos como alimentos, medicamentos y combustible, así como cortes de energía, aumento de precios, migración masiva y un creciente malestar social.