El arzobispo de Córdoba, monseñor Carlos Ñáñez, comenzó su homilía pidiendo por internos de la cárcel de Bouwer. Asimismo, siguiendo la línea del Papa Francisco, que celebró la II Jornada Mundial de los Pobres, se refirió al tema: “La pobreza fue muy discutida en la comunidad eclesial a fines del año pasado, con la Opción Preferencial por los Pobres” y agregó que según Benedicto XXI, “el que hizo Opción Preferencial por los Pobres fue Jesús: entonces, el que quiera ser verdadero discípulo de Jesús, debe seguir sus huellas”. En ese sentido, afirmó que “no se trata de entrar en polémicas ni ideologizar el tema, se trata de que todos procuremos vivir con sencillez y austeridad”. Por eso, “cuando vivimos digna y austeramente, tenemos algo que compartir con nuestros hermanos, y eso es a lo que nos invita el Señor en esta jornada”.
Refiriéndose a la situación nacional, dijo que “no puede ser que el 30% de nuestra población está en la pobreza, y otros en extrema indigencia”. “Tenemos que hacer algo”, pidió a los cristianos. Asimismo, también aseguró que, en cuanto a la pobreza, “las autoridades tienen una responsabilidad especial, porque son los gestores del bien común”. “También, quienes como actores sociales tienen un especial protagonismo: empresarios, sindicalistas, dirigentes de movimientos sociales”, dijo, antes de afirmar que “también nosotros, los pastores” tienen una responsabilidad en cuanto a la posibilidad de realizar acciones para combatir la desigualdad.
