La erupción, ocurrida a principios de este mes, dejó 197 desaparecidos y 1,7 millones de personas afectadas, especialmente en los departamentos de Escuintla, Sacatepéquez y Chimaltenango. El volcán, de 3.763 metros de altura, está ubicado en un área que une a los tres departamentos, declarados por el Gobierno en estado de calamidad.
A propósito de este hecho, Paola Aguilar, Asesora de comunicación en Guatemala, relató que esto pone de manifiesto una “mala administración del Gobierno” ya que no puede proveer a los ciudadanos de lo necesario para necesidades básicas, y por eso muchos de los damnificados fueron quienes vivían precariamente en los costados del volcán.
“Cesaron las búsquedas de los desaparecidos después de 15 días de lo courrido, y el Gobierno anunció una ayuda económica por 10 meses” continuó la guatemalteca, pero insistió en que esto no es suficiente.
Asimismo, Aguilar habló de las situaciones violentas en Nicaragua e incluso en Venezuela, y miró con buenos ojos la situación en Argentina.