POR: María Belén Dalmazzo
Lo ocurrido en el cerro Champaquí en los últimos días, con el fallecimiento de una joven rosarina de tan sólo 17 años, ha despertado el temor y la atención de la sociedad sobre la realización de este tipo de excursiones.
En este contexto, entrevistamos a Miguel Coranti, quien es co-fundador de Alto Rumbo, una empresa encargada de guiar y llevar a cabo todo tipo de expediciones. Él, fundamentalmente, conoce mucho del cerro en cuestión puesto que es guía y entiende a la perfección qué hay que tener en cuenta a la hora de emprender el viaje hacia lo alto.
– ¿Qué complejidad reviste escalar el cerro?
Miguel: “Nosotros entendemos que es un esfuerzo físico intenso. Demanda resistencia aeróbica, anaeróbica y también fuerza, porque son jornadas largas de caminata de trekking (estamos hablando de más de 6 horas), y en muchos casos los turistas llevan peso en sus espaldas. Con el paso de los años hemos aprendido que las personas sedentarias, que hace meses que no practican actividad física, y las personas con un sobrepeso excesivo no la pasan tan bien; pueden realizar el circuito pero no lo disfrutan como aquellas personas que tienen una muy buena aptitud física. Según las aseguradoras se pueden llevar a escalar el cerro a personas cuyas edades van entre los 5 a los 65 años, pero en la práctica si hay buen estado físico pueden ir aún más mayores sin problemas”.
– ¿Qué hay que tener en cuenta a la hora de realizar la travesía?
M: “Hay que tener en cuenta que se ingresa a una zona de riesgo. En el año 2012 se reglamentó la Ley Provincial 9856 de zonas de riesgo, la cual establece que tanto el Champaqui, como el Uritorco y los Gigantes son zonas de riesgo. Y en lo que respecta al Champaquí se considera una zona de riesgo medio. Por ello se requiere completar el registro de las personas que ingresan en zona de riesgo. “
Desde la Secretaría de Ambiente y la Policía Ambiental de Córdoba remarcan que estos sitios son considerados de riesgo ya que por sus características pueden afectar la integridad física de las personas. Son puntos del territorio provincial que presentan un clima de montaña, es decir que en poco tiempo pueden suceder cambios bruscos y repentinos de las condiciones climáticas. Durante la excursión por estos lugares puede repentinamente descender la temperatura con gran amplitud térmica, registrar presencia de neblina, tormentas con gran cantidad de caída de agua, granizo, descargas eléctricas, fuertes vientos, heladas o incluso nevadas.
M: “No se debe subestimar el riesgo meteorológico. Si uno dice ¨ah yo tengo un tío que fue, un amigo, dice que es una pavada, está el refugio y el sendero marcado¨ lo que está haciendo es subestimar los factores del tiempo, entre los cuales el más peligroso es la niebla porque se pierde cualquier punto de referencia”.
Además, estas zonas de riesgo presentan una dificultad topográfica importante. Son zonas agrestes, con profundas quebradas y con diferentes grados de dificultad en su ascenso. No cumplir con mínimas condiciones de seguridad para ascender puede producir situaciones de riesgo para la salud de las personas, como hipotermia, insolación, extravío o accidentes físicos debido a la complejidad del terreno.
El hecho de completar el formulario permite generar un registro de los diferentes datos del visitante, tales como edad, antecedentes de enfermedades, medicamentos, teléfono de contacto, domicilio, horario previsto para el regreso, contacto de un familiar, entre otra información de utilidad en caso de operativos de rescate u otro tipo de siniestros.
– ¿Siempre hay que ir con guía?
M: “Hay otra Ley que es la de Turismo Alternativo (L8801) que establece que todas las personas físicas o jurídicas que organicen este tipo de recorridos están dentro de esta reglamentación y son apacibles de sanciones en el caso de realizar infracciones. Sin embargo, la Ley de Zona de Riesgo sólo recomienda transitar acompañado de un guía habilitado, no lo exige. Así que hay una contradicción ahí. Desde mi experiencia lo ideal siempre es ir acompañado con alguien que tenga las competencias básicas y que sepa leer la aptitud del grupo, si puede avanzar o no, los riesgos climáticos y que fundamentalmente sepa cómo actuar ante cualquier situación que se dé arriba”.
-¿Qué equipo es conveniente llevar?
M: “Es importante realizar la travesía con calzado en buen estado, cómodo y con suelas altas; llevar abrigo interior: calza y remera térmica, y prendas sintéticas porque las de algodón se humedecen por el sudor y esto te genera frío. También es importante llevar prendas impermeables por lo que hablabámos de los factores meteorológicos y abrigo. Ni hablar de la importancia de estar bien hidratado y llevar botellas para hidratarse en el recorrido”.
-¿Son comunes las descompensaciones?
M: “No son comunes, al contrario. Hay planes de contingencia previstos para cuando las haya, como ser que cuando no hay riesgo de vida se evacúa en mula a la persona, y cuando sí reviste gravedad hay comunicación directa para que se realice el rescate en helicóptero. Pero hay que saber que siempre estamos a menos de 3 horas de un puesto serrano y estamos a 4, 5 horas de una ambulancia”.
Para finalizar Miguel remarcó que “escalar el Champaquí es una actividad que vale la pena realizar, vivir la experiencia, siempre tomando los recaudos necesarios y siendo conscientes del riesgo que significa meterse en este tipo de desafíos, pero realmente hay que hacerlo”.
Foto: altorumbo.com.ar
