El ministro de Hacienda, Hernán Lacunza, brindó una conferencia de prensa en la que anunció una significativa reestructuración de la deuda pública de la Argentina. En concreto, el funcionario adelantó cuatro medidas que tomará su cartera:
- Extender los vencimientos de la deuda de corto plazo (Letes y Lecaps), para inversores institucionales -no para personas humanas-:
“Vamos a extender los vencimientos de la deuda a corto plazo, en las que la refinanciación de pasivos aparece condicionada por la incertidumbre electoral, tanto en pesos como en dólares”, dijo el ministro, que aclaró que se refería a “las Letes y Lecaps” y que esta medida solo alcanzaría a “los inversores institucionales, no para las personas humanas, que cobrarán la totalidad de sus acreencias a su vencimiento en tiempo y forma tal como está previsto en el titulo original”. En ese sentido, dijo que las personas humanas representa “el 90% de los tenedores de esos títulos”. “El otro 10%, tradicionalmente bancos y tenedores de seguros, también percibirá el pago completo con una extensión de plazo de entre tres y seis meses”, afirmó. - Elevar al Congreso un proyecto de ley para promover una extensión de los plazos de deuda en jurisdicción local.
El ministro dijo que será “sin quita de capital ni de intereses” - Extensión voluntaria de los plazos de deuda bajo jurisdicción internacional sin quita de capital ni de intereses.
“Vamos a iniciar un proceso de extensión de plazo de lo bonos de bajo legislación extranjero con el mismo fin de extender los plazos de vencimiento sin quita de capital ni intereses a fin de completar un perfil financiero menos exigente a 2020-2023 que genere ese alivio financiero”, indicó el ministro. - Iniciar el diálogo para “reperfilar” los vencimientos de deuda con el FMI
“Hemos propuesto al Fondo Monetario Internacional iniciar el dialogo que inexorablemente deberá concluir en el próximo mandato, para reperfilar los vencimientos de deuda con dicho organismo internacional”, finalizó.
Antes de anunciar las medidas, el ministro dijo en la conferencia que el presidente le confirió “un mandato central: cuidar a los argentinos, especialmente en estos momentos de tensión financiera y cambiaria”. En ese sentido, indicó que los “objetivos concretos” de las medidas son “que no suban más el dólar y la inflación, ya demasiado elevados, porque erosiona los salarios y los ahorros de todos los argentinos, especialmente de ingresos medios y bajos”.
Además, aprovechó para responsabilizar en parte a la oposición de la “incertidumbre”. “Todas las fuerzas políticas queremos ganar las elecciones, es legitimo, pero eso no es excusa para poner en riesgo la estabilidad”, dijo, y pidió “prudencia”. Para el ministro “hay 45 millones de personas que pueden verse afectadas por palabras y actos” de los candidatos. “La imprudencia sale cara”, sentenció. Y amplió que “los equipos de los candidatos en campaña forman parte del sistema” y que “sus opiniones, promesas, tuits dan señales sobre el futuro” e “influyen en el crédito, empleo, la pobreza”. Por eso, pidió “la concurrencia de todas las fuerzas políticas para garantizar la estabilidad”.
También afirmó que antes de las PASO, se avizoraba una recuperación financiera, pero que “tras las elecciones primarias, la tasa de renovación de letras” tuvo una caída abrupta “a niveles inferiores al 10%, evidenciando la falta de interés de los inversores” en el país. Dijo que las medidas conforman una “campana protectora”, ya que “a río revuelto, la ganancia es de los especuladores”, según afirmó. Pidió además un “diálogo constructivo a todas las fuerzas políticas”, recordó la “necesidad de equilibrio fiscal” y de que “las estadísticas digan la verdad”.
Asimismo, remarcó la necesidad de un diálogo “dialogo que despeje las dudas”, pero recordó, antes de anunciar las medidas que “ese consenso verbal y público no es suficiente”. Entonces, prosiguió a anunciar las decisiones, tomadas “para disipar los riesgos de incumplimiento”.
