En una nueva edición de entrevistas en “Palabras Cruzadas” de Canal C Argentina con la conducción de Fernando “Turco Genesir” seguimos descubriendo, debatiendo y escuchando experiencias. Hoy es el turno de el reconocido empresario Isaías Goldman, director y fundador de Isaias Goldman S.A, empresa que comercializa productos de refrigeración residencial hace más de 30 años en Córdoba.
– ¿Qué dirías en tu presentación, quíen sos?
Diria que soy un trabajador y un luchador. Desde el punto de vista comercial, mi papá me enseño a contar las monedas y a trabajar mucho. Me enseño que el dinero tiene que ser un medio y no un fín. No todo en la vida es el dinero y el trabajo, es la relación con la sociedad y estar siempre presente con las instituciones que le aportan al individio muchas cosas que no son materiales sino espirituales.
“Tuvimos años muy malos. Viene el contador y me dice que estabamos fundidos, que tenía que echar a toda la gente y liquidar la mercadería. ¿Comó voy a echar a la gente?
-Dijiste mi papá me enseño a contar las monedas, ¿Qué significa eso?
Significa darle valor al dinero. Que el esfuerzo tenga una compensasión. Me decía que si a fín de año abría el cajón y estaba lleno de papeles era un desastre y si lo veía lleno de ladrillos o de objetos, de capitalización: un exito.
“Mis abuelos vinieron de Ucrania con mucho sacrificio y esfuerzo. Mi abuelo tenía mucha mala suerte”.
-Esto que el dinero no es el fín sino el medio ¿Qué significa en tu vida?
Hay un tiempo para todo en la vida. Un medio quiere decir que uno no se pude desesperar y ser un exclavo de lo material. Tiene que haber un equilibrio. No ir a la utopía de cuanto necesito para vivir sino es con qué estoy conforme. Aprender a conformarse con lo que uno necesita y un plus. Pero no desesperarse y estar atrás del dinero porque vos podés comprar todo con el dinero menos la salud. Generalmente pasa que los individuos atesoran toda la vida y cuando tienen la posibilidad de aprovechar ese atesoramiento no tienen salud. ¿Y para que sirve todo eso?.
“Mi viejo era muy trabajador y yo era hijo de rico pero a los 40 años dije basta, no por dinero. Yo quería ser yo. Pensé en mi cabeza que me tenía que ir pero empezar de cero y sin plata para que no digan ‘con la plata de tu papá'”.
-¿El dinero hace a la felicidad?
Ayuda pero no es todo, es una porción muy pequeña. Yo fui un padre ausente y hoy a mis hijos que son padres presenten les digo “chicos o refuerzan más los medios o vendan la empresa”. Hay que primar eso y que aprovechen todas las oportunidades. Mi papá no me dejaba firmar un papel pero me daba ordenes para que haga todo. Hice algunos ejercicios con mis hijos para no repetir la historia.
“Empecé a organizarme para tener un negocio con lo único que sabía hacer: vender respuestos de heladeras, aires y equipamiento comercial. Competía con mi viejo, nunca me dijo nada. Yo quería demostrarle que yo era exitoso. Cinco años después fue a ver mi negocio”.
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