Un hecho con características muy poco frecuentes ocurrió durante la madrugada del pasado lunes en el amarradero de la Subprefectura de San Ignacio, Misiones, donde una embarcación de la fuerza nacional desapareció tras haber sido robada. Sigilosamente sobre todo porque el robo fue cometido frente a un destacamento de Prefectura, delincuentes lograron apoderarse de la lancha y llevarla hacia el Paraguay.
El robo, calificado como “sin precedentes en la historia de Autoridad Marítima Nacional” fue descubierto por el suboficial de la Prefectura Naval Argentina encargado del embarcadero misionero. Allí, la fuerza presta funciones relacionadas con los servicios migratorios y aduaneros al margen de la seguridad de la navegación.
Durante su recorrida matutina, el funcionario policial notó que la amarra correspondiente a la embarcación menor matriculada como BP-5107 estaba vacía. El hombre se encargó de comprobar, a su vez, que la nave no se encontraba siendo utilizada ni cumpliendo ninguna comisión de servicios encomendada por alguna autoridad presente
Inmediatamente dieron el alerta al destacamento Puerto Paraíso para comenzar un rastrillaje con la esperanza de encontrar la embarcación en algún sitio de la costa argentina. También dieron aviso a sus pares de la Armada Paraguaya, a quienes pidieron apoyo para hallar la patrullera identificada con colores y logos de la Fuerza, que tenía un motor de 60 hp.
En esa búsqueda, el personal de Puerto Paraíso habría divisado a través de binoculares la presencia de la embarcación en el lado paraguayo y a unos cinco kilómetros de donde había sido sustraída.
Tras solicitar permiso de navegación en aguas territoriales paraguayas llegaron al lugar y la encontraron sin amarrar y apoyada en un tronco, pero sin el motor. La misma fue remolcada hacia el lado argentino. Se estima que el costo del motor del vehículo era de unos 4 millones de pesos. Asimismo, se constató el faltante de chalecos salvavidas, pirotecnia náutica y elementos auxiliares de la navegación.
Según se informó oficialmente, el área Naval del departamento de Itapúa realizaba tareas de inteligencia para hallar el motor de la embarcación, además de determinar quiénes podrían haber sido los que se lo robaron
