El Papa envió una carta a los obispos de Chile, en la que reconoció que tuvo “graves equivocaciones de valoración y percepción”, en el caso de las denuncias por encubrimiento de abusos contra el obispo chileno Juan Barros.
En su visita a Chile en enero de este año, Francisco defendió a Barros. “El día que me traigan una prueba, voy a hablar. No hay una sola prueba, todo es calumnia” había manifestado. Ahora, tras recibir el informe del arzobispo maltés Charles J. Scicluna, que viajó especialmente para tomar los testimonios de las presuntas víctimas, el Papá reconoció haberse equivocado.
“En lo que me toca, reconozco y así quiero que lo transmitan fielmente, que he incurrido en graves equivocaciones de valoración y percepción de la situación, especialmente por falta de información veraz y equilibrada”, señala en el texto.
“Ahora, tras una lectura pausada de las actas de dicha ‘misión especial’, creo poder afirmar que todos los testimonios recogidos en ellas hablan en modo descarnado, sin aditivos ni edulcorantes, de muchas vidas crucificadas y les confieso que ello me causa dolor y vergüenza”, continuó.
Juan Barros Madrid, nombrado obispo de Osorno en marzo de 2015 por el propio Francisco, fue acusado de encubrir los casos de abusos sexuales cometidos presuntamente por el cura Fernando Karadima.
Ahora, el sumo Pontífice convocó a los obispos chilenos al Vaticano en las semanas venideras para analizar el escándalo.
