En una inusual y estratégica movida política, Javier Milei se prepara para brindar un discurso histórico en la inauguración de sesiones ordinarias del Parlamento. Esta decisión, anunciada en un horario atípico, marca un hito en su estrategia de confrontación con el establishment político. En medio de un clima social enrarecido y con la oposición en alerta, Milei promete sorprender a todos, como lo expresó en una reunión con diputados de la bancada libertaria.
El misterio se intensifica en los círculos cercanos al presidente, donde solo su hermana Karina y el asesor Santiago Caputo tienen acceso al texto del discurso. Caputo, figura cada vez más influyente, ha sido el arquitecto detrás de decisiones clave, como el cambio de horario del discurso inaugural, programado para las 21 horas, con la intención de amplificar su impacto social. Además, se prevé que el presidente lea el discurso de pie, una ruptura con la tradición, colocándose frente a los legisladores.
En este contexto de expectación y tensión, el discurso de Milei no solo representa un desafío a la ortodoxia política, sino también un intento de establecer una nueva dinámica en el panorama político argentino. Con su usual enfoque disruptivo y su promesa de sorprender a todos, el presidente mantiene a la clase política y a la sociedad en vilo.
