Luiz Inácio Lula da Silva se entregó ayer para cumplir su condena de 12 años y un mes por corrupción en la Operación Lava Jato.
Nueve personas, entre ellas un niño, debieron ser hospitalizados para atención médica, aunque
ninguno de gravedad, según los bomberos del estado de Paraná. Al parecer la Policía reprimió a los manifestantes debido a una amenaza de invasión a la central policial.
Ayer, el juez Ernani Mendes Silva Filho prohibió manifestaciones y acampes en los alrededores
de la sede de la Policía Federal de Curitiba en la que quedó alojado Lula. El magistrado consideró que esas protestas “pueden ocasionar trastornos a los vecinos de la región y grave lesión al orden de la seguridad”.
Según informa Télam la Policía no reprimió a los manifestantes a favor de la Operaicón Lava Jato que protestaban frente al edificio de la Policía Federal.