Ariel Picco, hijo de Bruno Picco, el jubilado asesinado en Barrio General Paz este jueves, afirmó que desde su familia se sienten “representados” por la fiscal a cargo de la causa, aunque no tuvieron novedades de parte de la Policía o del Gobierno. “Creo en la justicia, pero eso no me va a devolver a mi papá”, aseguró el joven. “Que ellos (los delincuentes) pasen 30, 40 años presos o se pudran en la cárcel, a mi papa no me lo devuelve”, dijo Picco, quien manifestó que el hecho de que “estén presos no es lo que uno quiere solamente, sino que no vuelva a pasar”. “Lo que nosotros pasamos, no se lo deseo a nadie”.
Sobre su padre, dijo que era “buenísimo” y que siempre estuvo “a disposición” de su familia. “Iba a retirar ese dinero (el que los ladrones le sustrajeron) porque era una platita que yo había pedido”, contó. Además, dijo que el fatídico jueves, “a las 6 de la tarde, nos íbamos al Dique Los Molinos a pasar el fin de semana con mi hermano… y lo tuve que ver en el cajón”. “Mi papá tenía 68 años, era un pibe”, dijo sobre su padre, quien además “iba al centro de jubilados, salía con las amigas a ver películas, iba a la biblioteca, estudiaba italiano”, enumeró.
Con respecto a la inseguridad, dijo que su fallecido padre “no quería usar el auto porque siempre tenia temor”. “En General Paz, dos veces nos robaron el auto en la puerta de mi casa”, relató el joven.
A Bruno Picco lo mataron el jueves a la siesta, en la Av. 24 de Septiembre, a metros de la Casa de Gobierno provincial. El abuelo de 68 años recibió un disparo en la cabeza porque se negó a entregar una mochila que contenía el dinero de la jubilación. Uno de sus dos atacantes continúa prófugo.
