Una operadora de la Policía de Córdoba habría filtrado datos clave a una banda delictiva que se dedicaba al robo de autos. Se desempeñaba en el área de las cámaras de videovigilancia del 911 de la Capital, por lo que tenía acceso a cada movimiento de la ciudad.
La mujer de 20 años fue contratada por la fuerza provincial y corresponde a la categoría de “Personal civil” de la institución. De acuerdo a los primeros datos, también manipulaba las cámaras para que no quedaran filmados los asaltos.
Habría quedado en evidencia por chats que se descubrieron en la Policía de Córdoba. Allí la operadora habría escrito que lo hacía a cambio de marihuana. La mujer fue apartada de su puesto y la Fiscalía distrito 1 turno 4 a cargo de Rubén Caro ordenó su imputación por presunta revelación de secretos.
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