En enero de 2015, un joven de 25 años llamado Jorge Matías Irusta fue muerto de un balazo en el pecho cuando estaba sentado en la vereda de su casa en la ciudad de Río Cuarto, en el sur de la provincia de Córdoba.
Poco después se detuvo a un sospechoso de 31 años, identificado como Raúl Burgos, quien quedó imputado por el presunto delito de “homicidio calificado por uso de arma de fuego y abuso de arma”.
El victimario fue sentenciado, y en el mismo juicio se le impuso la pena de 1 año y 8 meses a Cristian Moyano como supuesto “partícipe necesario” del delito.
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Moyano permaneció en libertad hasta tanto quedara firme, lo que finalmente ocurrió. Pero cuando lo fueron a buscar, ya no estaba, precisó Villa María Ya.
Luego de tres años, la Justicia lo detectó trabajando como albañil en una obra en construcción en la ciudad de Villa María. La Cámara Criminal y Correccional de Primera Nominación de Río Cuarto ordenaron su arresto.
